En el presente video se menciona que antes de nacer estamos
expuestos a la música, en este caso el sonido y lo que este conlleva, que es la
vibración, es decir, el ritmo cardiaco de nuestra madre y el liquido amniótico
del vientre acompañándonos en el desarrollo. Esto sostiene que desde nuestra
psique y organismo, somos seres inherentes a ella, definiendo así una historia
sonora o musical que sostendremos en nuestro crecimiento, lo que de alguna
forma nos definirá en el desarrollo y nuestra personalidad. Esto nos lleva a
plantear que la afinidad existente con la música nos lleva a sostener la
disciplina de la musicoterapia en conexión con otras terapias, en este caso, con
la psicología, pues la musicoterapia nos puede aportar y ayudar con nuestras
emociones, aspectos cognitivos y dolencias. Dicho esto, nos lleva a aspectos no
musicales a tratar siendo una poderosa herramienta para reestablecer la calidad
de vida, habilitando la posibilidad de desarrollar habilidades. La música,
guarda relación con el cerebro pues al ser escuchada o interpretada activa
ambos hemisferios, llevando a mayores conexiones neuronales. Es aquí donde se
potencia el desarrollo de habilidades para afrontar las dolencias y malestares
ya sea psicológico o físico.
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